martes, marzo 27, 2007

Cuéntame un cuento

Cuéntame un cuento Sophie... - me susurra tiernamente al oido mi dulce Marco, acercando su cabeza a la mía.
Anda...cuéntame un cuento - insiste adormilado y mientras, sin dejar de sonreir, se tumba despacio junto a mí.
Y yo, que nunca se decir que no cuando me piden algo, que nunca he sabido, y mucho menos cuando me lo piden de esa manera, acabo cediendo ante su mirada traviesa.
Y abrazo su cuerpo cálido, atrayendo hacia mí a mi pequeño sobrinito y nos acomodamos juntos en el mullido columpio de la terraza.
Y así, mientras va cayendo la tarde, y se derrama perezosa sobre la alta tapia del jardín, invento un cuento para él; invento historias sobre ranas con coronas doradas que viajan en cigüeñas, y sobre dragones enamorados de diminutas princesas, y sobre castillos encantados donde solo habita el olvido.
Y así, mi pequeño Marco, se queda dormido en mis brazos.

viernes, enero 26, 2007

En casa...

viernes, marzo 31, 2006

Huida

Puede que tenga razón. Tal vez sea cierto que me asusta enfrentarme a la realidad. Tal vez sea verdad que este miedo permanente a confiar en los demás, que me domina tan a menudo, se está convirtiendo en una huída constante.
Quizás por esa razón invento nuevos mundos, habitados por palabras, donde poder refugiarme, donde sentirme libre y a salvo de todo, donde nada puede alcanzarme.
Quizás por esa razón necesito cambiar de ciudad cada cierto tiempo, ver caras nuevas; y por eso nunca me decido a amueblar la casa vacía donde vivo ahora, porque no se cuánto tiempo querré quedarme aquí, antes de coger mis maletas y escapar a otro lugar.
Quizás por eso desaparezco siempre, cuando alguien se acerca demasiado a mí.
Por eso me asfixio en los lugares cerrados. Y me falta el aire y no puedo respirar si alguna vez soy capaz de subirme en un ascensor.
Puede que tenga razón. Tal vez sea cierto que me asusta enfrentarme a la realidad. Pero a veces, algunas veces, hay días en los que me resulta muy difícil engañarme a mí misma, en los que desearía no vivir tan perdida; hay días en los que me gustaría encontrar un lugar donde sentirme a gusto y a salvo, y cerrar mis maletas. Hay días en los que desearía no tener que huir más...